miércoles, 30 de marzo de 2011

CURSO DE ANGELOLOGIA ,TEMA 6 : CONSAGRACIÓN A LOS ANGELES POSIBILIDAD DE UNION CON LO ESPIRITUAL

Una Consagración a los Ángeles




 
Fundamentos teológicos :
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,

en presencia de los ángeles, salmodio para Ti (Sal 138,1).

 
La Consagración a los santos Ángeles: un motivo de gozo
A petición del excelentísimo Delegado de la Santa Sede, la Congregación para la Doctrina de la Fe aprobó para el Opus Sanctorum Angelorum una fórmula de consagración a los santos ángeles. La Congregación aclaró que el texto de la Consagración a los Ángeles "no se opone a la tradición teológica y espiritual" de la Iglesia.



Dicha consagración ha de ser entendida en el sentido de la "tradición patrística, tomista y católica" y en el espíritu del Concilio Vaticano Segundo, pues "sólo mediante una contextualización positiva, esta espiritualidad podrá encontrar un lugar propio en la diversidad de las devociones católicas". Por ello, en esta circular hablaremos del sentido y del objetivo de las consagraciones sagradas -particularmente de la Consagración a los Ángeles- dentro de la Iglesia.





El depósito de la fe: fundamento de la espiritualidad



¿Por qué en el decreto que la Congregación para la Fe expidió el 6 de junio de 1992 fueron prohibidas "las diversas formas de consagración a los ángeles"? La Congregación para la Doctrina de la Fe manifestó su preocupación porque el OA arraigara y creciera sana y correctamente en la Iglesia. Por esta razón, en el decreto se establecen lineamientos que corresponden a principios teológicos, de tal manera que el fundamento de cualquier espiritualidad dentro de la Iglesia católica sólo puede ser el Depósito de la Fe. Ciertamente, un carisma profético puede proporcionar un nuevo impulso espiritual o arrojar una nueva luz sobre verdades de fe que pudieran caer fácilmente en el olvido. Sin embargo, un carisma jamás podrá establecer un fundamento nuevo.



Así pues, las consagraciones a los santos ángeles no fueron condenadas como tales; sólo fueron prohibidas las consagraciones a los ángeles tal y como eran entendidas y practicadas en el Opus Angelorum. Antes de presentar, en la próxima circular, el texto ya aprobado de la consagración a los ángeles, expondremos a continuación cuáles son los fundamentos de una consagración a los ángeles dentro de la tradición de la Iglesia católica.



A. SENTIDO E HISTORIA DE LAS CONSAGRACIONES



En sentido general, una "consagración" significa la dedicación de personas u objetos al culto divino. Lo consagrado es sustraído del uso profano para ser puesto al servicio santo de Dios. Esta exclusión sagrada ocurre por una intervención directa de Dios o mediante un rito o una bendición.



Cualquier consagración en la historia de la salvación parte de Dios: es Él quien elige y escoge al hombre para Su servicio y para entrar en comunión con Él. Puesto que Dios busca establecer una alianza, un vínculo de amor, la consagración exige la libre respuesta de la creatura. Por eso la respuesta que da el hombre a Dios puede también denominarse "consagración". Este misterio de la consagración atraviesa toda la historia de la salvación, y fue consumado y llevado a la plenitud por Jesucristo.
1. Consagración y alianza en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, Dios eligió y ‘santificó’ para Sí a todo el pueblo de Israel, es decir, lo ‘apartó’ y lo ‘puso en Su servicio sacerdotal’ (CIC núm. 1539; Ex 19,6). Él estableció la alianza con el pueblo de Dios para alabanza de Su nombre.

De este pueblo sacerdotal Dios escogió a la tribu de Leví "para el servicio litúrgico" (CIC, núm. 1539; cf. Num 1,48 ss). Los sacerdotes fueron "puestos en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados" (Hb 5,1). La finalidad de la consagración, tanto del pueblo como del sacerdote, es la glorificación de Dios. Y ésta exige la santificación de las personas que son llamadas a la comunión con Dios.



2. La Nueva Alianza en Jesucristo



La consagración primordial y principal es aquella de la naturaleza humana de Cristo, el Verbo de Dios hecha carne, hacia la cual están ordenadas todas las demás consagraciones. Él, el Mesías, el Ungido (‘Consagrado’), es el mediador entre Dios y los hombres, el verdadero Sumo Sacerdote, la Cabeza de la Iglesia. La consagración, elección y santificación del Pueblo de Dios de la Antigua Alianza, junto con su culto y su sacerdocio, constituyeron una prefiguración, una ‘sombra’ de la Nueva Alianza, establecida por Cristo en virtud de Su sacrificio, en virtud de Su autoconsagración: "Y por ellos me santifico (consagro) a Mí mismo, para que ellos también sean santificados (consagrados) en la verdad" (Jn 17,19). Sólo en y a través de Jesucristo la consagración efectuada por Dios recibe una efectiva confirmación en el Espíritu Santo (Ef 1,13).



3. Los Sacramentos de la Iglesia



Mediante el servicio de la Iglesia -sobre todo en los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y el Orden sacerdotal-, Cristo efectúa la consagración de los hombres, al hacerlos partícipes de Su Sacerdocio y de Su propia Santidad. "Vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a Su luz admirable" (1 P 2, 9).



Esta participación se imprime en el alma mediante el carácter sacramental, que constituye una señal de la indeleble y espiritual alianza de la consagración a Dios y el fundamento de la santidad en la Iglesia. A través de estos Sacramentos los fieles no sólo reciben la gracia santificante, sino también una participación en el Sacerdocio de Cristo. De esta manera, ya no son más del mundo (Jn 17, 14) y están consagrados al servicio de Dios por su unión a Cristo.



B. CONSAGRARSE: LA RESPUESTA DE LOS HOMBRES A DIOS



1. En los Sacramentos



Puesto que los mencionados Sacramentos constituyen una alianza entre Dios y el hombre, éste ha de aceptar libremente y en la fe estas consagraciones sacramentales y llevar, en virtud de su fuerza, una vida que agrade y glorifique a Dios. Como partícipe en el Sacerdocio de Cristo, el cristiano queda capacitado para el culto sobrenatural de Dios y para colaborar en la liturgia.

Las virtudes teologales de la fe, la esperanza y el amor nos unen directamente con Dios, mientras que la adoración a Dios es la virtud por la cual el hombre se subordina completamente a Dios y le manifiesta la debida honra en el culto y la liturgia (Suma Teológica II-II. 81, 3, 2m). Santo Tomás, refiriéndose al amor, subraya esta diferencia cuando escribe: "Pertenece directamente al [la virtud del] amor que el hombre se entregue a Dios, adhiriéndose a Él por una unión del espíritu; pero la entrega del hombre a Dios con miras a las obras propias del culto divino pertenece directamente a la virtud de la religión y a través de ésta, a la virtud del amor, la cual constituye el fundamento de la religión" (Suma Teológica II-II.82, 2, 2m).



El culto a Dios tiene su culmen en la celebración litúrgica. "La renovación de la alianza del Señor con los hombres en la Eucaristía enciende y arrastra a los fieles a la apremiante caridad de Cristo. Por tanto, de la liturgia, sobre todo de la Eucaristía, mana hacia nosotros la gracia como de su fuente y se obtiene con la máxima eficacia aquella santificación de los hombres en Cristo y aquella glorificación de Dios a la cual las demás obras de la Iglesia tienden como a su fin" (Conc. Vat. II, Constitución sobre la sagrada liturgia, núm. 10).



El acto primero y principal del culto a Dios es la devoción. Santo Tomás de Aquino explica: "La palabra ‘devoción’ proviene de ‘devote’ [el término latino ‘devovere’ significa ‘prometer’), por eso se llama "devotos" a quienes de alguna u otra manera se dedican a Dios, y a quienes se entregan completamente a Él (Suma Teológica II-II, 82, 1c). De ahí que la palabra devoción pueda interpretarse acertadamente como ‘ánimo para consagrarse’.



2. En la vida consagrada



En general, "todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad" (Conc. Vat. II, Constitución sobre la Iglesia, núm. 40). Esto significa, ante todo, un deseo de perfección según las promesas hechas en el Bautismo y la Confirmación, y las obligaciones fundamentales que de ellas se desprenden, como cumplir los mandamientos de Dios y participar de la liturgia de la Iglesia.



Hay, sin embargo, otra manera más perfecta de vivir dichas promesas: "Ya desde los comienzos de la Iglesia hubo hombres y mujeres que, por la práctica de los consejos evangélicos, se propusieron seguir a Cristo con más libertad e imitarlo más de cerca, y, cada uno a su manera, llevaron una vida consagrada a Dios" (Conc. Vat. II, Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa, núm. 1). Quien quiera ser perfecto, puede entregarse a Dios de una nueva manera, a saber: renunciando a los bienes terrenales, a la unión matrimonial y a la libre autodeterminación del propio destino para seguir aún más estrechamente a Cristo y pertenecerle por entero a Él. La Iglesia acepta, en el nombre del Señor, los votos y promesas de la vida religiosa (Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa núm. 5). Como medios para el servicio y la glorificación de Dios, los votos constituyen obras de adoración a Dios y de devoción (entrega).



De aquí se desprende un doble significado de la palabra ‘devoción’ según sea la respuesta que dé el hombre a Dios: por una parte, al recibir los Sacramentos y por otra, al comprometerse con los consejos evangélicos mediante la profesión religiosa. En ambos casos la persona es apartada, de una manera particular, del mundo y capacitada para llevar una vida agradable a Dios.

Puesto que la alianza entre Dios y el hombre se establece mediante la aceptación y el consentimiento mutuos, la mencionada palabra "consagración" apunta, en su significado, tanto a la causalidad de Dios como también a la respuesta del hombre.





3. En los actos de devoción



Además de las consagraciones sacramentales y de la vida consagrada de los religiosos y religiosas, ha habido en la vida de la Iglesia otros actos de ‘devoción’, de entrega. Con ellos, los fieles se encomiendan a la particular protección del Señor o se comprometen a adorar a Dios y hacer buenas obras, esperando con ello frutos y gracias especiales. En este sentido se habla también de ‘consagraciones de protección’ y ‘consagraciones para el servicio’.



Aunque por su rango y su esencia estas consagraciones están subordinadas a la profesión religiosa, pertenecen a la misma virtud de la ‘devoción’ (CIC núm. 2102). También se denominan ‘consagraciones’, porque constituyen una devoción temporal, aprobada por la Iglesia. La consagración al Sagrado Corazón de Jesús es el clásico ejemplo de ello.



"Mas, entre todo cuanto propiamente atañe al culto del Sacratísimo Corazón, descuella la piadosa y memorable consagración con que nos ofrecemos al Corazón divino de Jesús, con todas nuestras cosas...". "Así pues, la consagración profesa y afirma la unión con Cristo" (Pio IX, Encíclica Miserentissimus Redemptor, núms. 4 y 8).



La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es "un precioso acto de culto a Dios, pues reclama de nosotros una voluntad totalmente incondicional de ofrecerse y consagrarse al amor del divino Redentor" (Pío XII, Encíclica Haurietis Aquas). La veneración del Corazón de Jesús consiste en "una entrega a Dios, que ayuda poderosamente a alcanzar la perfección cristiana" (Pío XII, Encíclica Haurietis Aquas).



C. CONSAGRACIÓN A MARÍA Y A LOS SANTOS ÁNGELES



El fin de la devoción es siempre la glorificación de Dios. Surge, sin embargo, la cuestión de si también las creaturas santas pueden ser veneradas. De hecho, la Madre de Dios, los ángeles y los santos son venerados en la liturgia. Santo Tomás de Aquino lo explica así: "La devoción a los santos de Dios, vivos o muertos, no se detiene en ellos, sino que continúa hacia Dios, pues honramos a Dios en Sus siervos". (Suma Teológica II-II, 82, 2, 3m).



En el curso de la historia, diversas devociones condujeron de hecho a ‘consagraciones’, que no sólo se dirigían exclusivamente a Dios, sino también a creaturas, como María, los ángeles y los santos. Dichas consagraciones constituyen el pleno despliegue de la respectiva ‘devoción’ o ‘veneración’. Pero el fin último de tales consagraciones es siempre la glorificación de Dios. Una consagración a una santa creatura constituye una cierta comunidad en el amor, mediante la cual los fieles esperan amar aún más a Dios y poder servirle aún mejor. Esto atañe en primer lugar a la creatura más santa, la Madre de Dios.



1. La consagración a la Virgen María



Las raíces históricas de la consagración a María se encuentran en la primitiva historia del cristianismo. Ya una de las oraciones marianas más antiguas, el Bajo tu amparo nos acogemos, constituye un acto de entrega a la Madre de Dios, a cuya protección nos encomendamos.



Según San Luis María Grignon de Montfort (+ 1716), la consagración a María consiste en "darse todo entero a la Santísima Virgen para, a través de ella, pertenecer totalmente a Jesucristo" (Tratado de la perfecta devoción a María, núm. 121). La entrega de sí mismo a María exige una perfecta renovación de las promesas bautismales; María, por su parte, corresponde maternalmente a dicha entrega dándonos su amor. San Luis María Grignón de Montfort, por tanto, funda la consagración a María en las promesas bautismales -que él reconoce como una ‘alianza’-, y en la mediación maternal de María hacia Cristo. El ‘más’ en la exigencia consiste en "hacer todas las acciones por María, con María, en María y para María, a fin de hacerlas más perfectamente por Jesús, con Jesús, en Jesús y para Jesús" (Tratado de la perfecta devoción a María, núm. 257).



En una alocución dirigida a los miembros de la Congregación Mariana, Pio XII decía: "La consagración a la Madre de Dios es una entrega interna de sí mismo para toda la vida y para la eternidad; no es una entrega puramente formal o sentimental, sino efectiva, que se realiza en la intensidad de la vida cristiana y mariana, en la vida apostólica, con lo cual el Congregado se vuelve ministro de María y , por así decir, su mano visible en la tierra, con el impulso espontáneo de una vida interior sobreabundante, que se derrama en todas las obras exteriores de la sólida devoción, del culto, de la caridad, del celo" (Alocución del 21 de enero de 1945).



El papa Pablo VI convocó a todos los hijos e hijas de la Iglesia "... a consagrarse personalmente y con renovada sinceridad al Inmaculado Corazón de la Madre de la Iglesia. Y este signo de total amor filial, que consiste en imitar el ejemplo de la Madre, debe traducirse en una vida operante. Cada uno debe orientar su vida según la voluntad de Dios, a ejemplo de la vida de la Reina del cielo, y así servirla de manera auténticamente filial" (Pablo VI, Signum Magnum).



Cuando en el año 1984 el papa Juan Pablo II llevó a cabo la consagración a la Virgen María en unión con los obispos, relacionó la consagración a Cristo por María con la consagración que hizo Jesús de sí mismo al Padre para alcanzarnos la salvación: "Ante ti, oh Madre de Cristo, ante tu Inmaculado corazón, queremos unirnos, junto con toda la Iglesia, a aquella consagración con la cual tu Hijo se consagró a sí mismo al Padre por amor a nosotros, cuando dijo: ‘Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad" (Jn 17, 19).



Con esta oración consecratoria se trata -con la ayuda de María- de una profunda participación en la consagración de Jesús, del divino Redentor, a Su Padre (Jn 17,19), para la salvación del mundo. La consagración a María, por tanto, tiene como fin propio a Cristo. A través de ella, el hombre no sólo se convierte en receptor de las gracias redentoras de Cristo, aún más: participa activamente con María en la obra redentora de Cristo.



2. Consagraciones a los santos ángeles



El sentido de una consagración a los santos ángeles



La posibilidad de una consagración a los santos ángeles se desprende también de la naturaleza de la virtud de la devoción. "La Iglesia venera a los ángeles" (CIC 352) y recomienda esta veneración para gloria de Dios: "En verdad es justo y necesario, darte gracias a Ti, Padre todopoderoso y alabar Tu poder y Tu grandeza en la gloria de los ángeles. Honrándolos, Te glorificamos y Te alabamos" (Prefacio de la fiesta de los santos ángeles).



San Bernardo de Claraval nos enseña cuál es el amor que debemos mostrar a los santos ángeles: "Él dará orden a Sus ángeles para que te guarden en todos tus caminos" (Salmo 91,11). ¡Cuánto temor ha de infundirte estas palabras, cuánta devoción ha de suscitar en ti, y cuánta confianza habrá de darte. Temor por su presencia, devoción por su benevolencia, confianza por su protección... Por tanto, confiémonos y demos gracias a estos grandes protectores; respondamos a su amor y honrémosles cuanto podamos y como es obligación nuestra. Todo nuestro amor y nuestra veneración, sin embargo, pertenecen a Aquel de Quien todo lo reciben y lo recibimos, también la capacidad de amar y rendir veneración , y poder recibir honra y amor" (Sermón 12 sobre el salmo 90). Semejante devoción, veneración, entrega, agradecimiento y decisión expresan la esencia de una consagración a los ángeles, la cual tiene como meta al Señor.



Sobre la historia de la consagración a los ángeles



En el Antiguo Testamento Dios mismo puso al pueblo escogido bajo el amparo de los santos ángeles (Ex 23,20ss; Dn10, 13.21b; 12,1). San Miguel, como príncipe de los ejércitos celestiales, fue entendido como particular defensor del Pueblo elegido (Dan 10,21; Ap 12,7ss).



En la Iglesia, la veneración a San Miguel Arcángel se remonta al primer siglo. También desde los primeros siglos los santos angeles fueron venerados. Muy pronto se consagraron iglesias a su nombre y se puso al Pueblo de Dios bajo su amparo y patronazgo.



Con el florecimiento de las consagraciones a los corazones de Jesús y de María luego del Concilio de Trento (1545-1563), se efectuaron también, en muchos lugares, consagraciones a los santos ángeles. Durante el siglo XIX esta consagración se convirtió en una devoción muy extendida y reconocida. Muchas cofradías y congregaciones vinculaban el ingreso de sus miembros a estas consagraciones. La Iglesia, por su parte, fomentó dichas cofradías y reconoció sus consagraciones.



La consagración a los santos ángeles pone de manifiesto la unidad de la Iglesia peregrina y de la Iglesia triunfante. San Agustín escribe al respecto: "Ambas partes se unirán también un día en el gozo común de la eternidad; de hecho, ya están unidas por el vínculo del amor, una unidad que no tiene otra finalidad que la adoración a Dios" (Enchiridion, cap. XV). Y en el Catecismo leemos: "Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios" (CIC, 336).



Su relación con el Bautismo y la profesión religiosa



Así como la consagración a la Virgen María, también la consagración a los santos ángeles constituye una alianza que está fundada en la consagración a Cristo en el sacramento del Bautismo. Con el Bautismo renunciamos a los ángeles caídos y decimos "sí" a Cristo. Este "sí" a Cristo y la unión con Él no sólo implican la unión con los otros miembros humanos de la Iglesia, sino también la comunión con los santos ángeles (Hb 12,22ss), pues Cristo no es sólo la cabeza de los hombres, sino también de los ángeles (Suma Teológica III, 8, 4 sc; Col 2,10).



Muchos Padres de la Iglesia señalaron esta relación del Bautismo con el mundo de los ángeles. San Cirilo de Jerusalén escribió: "Hermanos, cada uno de vosotros [bautizados] será presentado ante Dios en la presencia de miríadas de ángeles. El Espíritu Santo sellará vuestras almas, y entraréis al servicio del ejército del gran Rey" (Catech., III, 3).



El papa León Magno, describe el credo cristiano y la gracia de la Redención obrada por Cristo como un estandarte que nos hace combatientes en el ejército celestial: "Tú, pues, que naciste de la carne perecedera, renaces del Espíritu de Dios y recibes, por la gracia , lo que tu naturaleza no tenía: puedes, entonces, llamar Padre a Dios... ¡Apoyado en el auxilio de arriba, obra según la voluntad de Dios! ¡Toma, mientras estés en la tierra, a los ángeles como ejemplo! Apóyate en la fuerza de su condición inmortal y combate lleno de confianza contra las tentaciones malignas para protección de una vida agradable a Dios. Y si como combatiente en el ejército celestial conservaste tu estandarte, entonces no necesitas dudar de que te será concedida la corona por tu victoria en el campo victorioso del Rey eterno" (Sermón XXII, 2).



Particularmente en la tradición del Oriente cristiano esta comunión con los santos ángeles se realiza de una manera más intensa con la profesión religiosa: "El Oriente cristiano destaca esta dimensión, al considerar a los monjes como ángeles de Dios que anuncian la renovación del mundo en Cristo" (Juan Pablo II, Sobre la vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo, núm. 27).



El deseo de una vida en comunión con los santos ángeles no sólo se manifiesta dentro de la vida consagrada. "Son innumerables las páginas de la literatura cristiana que podrían aducirse como testimonios fidedignos y maravillosos de ese anhelo por la ciudad de los ángeles, por aquella ‘grande, amplia y celestial ciudad’, cuyos ciudadanos ‘se alegran por la visión de Dios’, pues es Dios mismo el espectáculo siempre nuevo que contemplan los bienaventurados" (García Colombás, Paraíso y Vida Angélica, Montserrat, 1958, pág. 88; San Agustín, Comentario al salmo 147,4).



Sobre el sentido de una consagración a los santos ángeles



La consagración a los santos ángeles es una alianza. La comunión con los santos ángeles, realizada implícitamente en el Bautismo, es afirmada de manera consciente y expresa mediante la consagración.



El hombre se confía, con amor fraterno, a los santos ángeles como consiervos delante de Dios y hermanos santísimos unidos irrevocablemente a Dios (Ap 19,10; 22,9). De esta manera el hombre se abre voluntariamente a su acción y su ayuda. Al mismo tiempo se compromete a escuchar y obedecer sus exhortaciones (Ex 23,21), cuya finalidad es siempre la gloria de Dios y el cumplimiento de Su voluntad. El hombre anhela colaborar íntimamente con ellos para extender y defender el Reino de Dios sobre la tierra y aspira a una vida lo más perfecta posible como miembro vivo de la santa Iglesia.



Una consagración a los santos ángeles hace que el hombre tome en serio su misión salvadora como siervos de Cristo (CIC 331). Significa una libre unión con los santos ángeles para que, con su ayuda e imitando sus virtudes, aspire a la perfección cristiana según el propio estado y colabore con ellos en la misión apostólica de la Iglesia para la salvación de las almas.



Con la consagración a María el hombre efectúa todas las obras por, con y en María, a fin de realizarlas más perfectamente con y en Cristo. Lo mismo puede decirse de la consagración a los ángeles: el hombre aspira a hacer todo como los santos ángeles, a fin de unirse más perfectamente con Cristo y ser configurado en Él


Bendiciones .

jueves, 10 de marzo de 2011

CURSO DE ANGELOLOGIA ,TEMA 5 ,EL DIABLO ENSEÑANZAS DEL OBISPO Carlos Eugenio de Mazenod, obispo de Marsella

EL DIABLO

Carlos Eugenio de Mazenod, obispo de Marsella
 , obispo de Marsella y fundador de los Oblatos de María Inmaculada.


Congregación fundada a nivel diocesano, y pronto tuvo una gran influencia en el mundo misionero de la época (sobre todo en Canadá y los Estados Unidos de América). Este resultado parecía poco probable que sea un buen observador de la época. Charles nació en pocos años en Aix-en Provence antes de la Revolución Francesa y murió antes de que el Concilio Vaticano I, que viven en un momento de crisis para la Iglesia. Era un hombre de su tiempo y nos resulta difícil de entender todas las opciones: ¿Cuántos católicos de la época, de hecho, fue favorable al poder temporal del papado, pero su género ultramontanismo fue bastante moderado. De niño se vio obligado a exiliarse con su familia en Italia, durante los excesos de la Revolución. De niño se enteró de la detención del Papa Pío VII (causada por Napoleón) en Savona y Fontainebleau. La superación de muchas dificultades, entró en el seminario en 1808 ...

... y fue ordenado sacerdote en 1811. Inspirado por los misioneros ideales fundada en 1816, la Sociedad de Misioneros de Provenza, que en 1826 llegó a ser conocido como la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, que tiene por objeto mejorar el nivel del clero y, en consecuencia, de los laicos. Los Oblatos no eran un fin particular, está formada por sacerdotes diocesanos en el camino de los Oblatos de San Carlo (Borromeo), fundó años más tarde en Inglaterra por el cardenal Manning. El celo de Carlos se tomó nota y aprobó: fue nombrado asistente y sucesor (1837) de su tío, obispo de Marsella.

La impresión de que el nombramiento de estilos externa y nepotista puede ser llamado un estilo de vida de los obispos de "antiguo régimen", pero su celo y eficiencia en la lucha contra los problemas de una gran ciudad portuaria (cuya población se duplicó rápidamente en número ) debe ser subrayado. Creó nuevas parroquias y las iglesias de nueva construcción para la expansión de la población, y también consta de los inmigrantes. No sólo para reformar la administración de su diócesis, sino que también tomó parte en los debates de importancia nacional. Mientras tanto, su Oblatos conocía a un gran desarrollo desde 1826 y también comenzaron a orientar a las misiones extranjeras, llegando a ser activos en el sur de África, Ceilán (actual Sri Lanka) y América del Sur, por no hablar de países europeos como Inglaterra. En primer lugar, opera en las instituciones existentes, tales como seminarios, que se hizo cargo de la dirección y después, sin embargo, particularmente en América del Norte, también parroquias ocupados. Una idea de la importancia alcanzada por la congregación en Canadá y los Estados Unidos es evidente por el hecho de que casi todos los obispos canadienses, y que viene, sólo en los Estados Unidos, la provincia fue fundada a mediados del siglo XIX y tuvo que ser desarrollado se divide en cuatro provincias regionales, con un quinto de los inmigrantes de habla francesa. Charles murió 21 de mayo 1861 y fue beatificada en 1975.

El obispo en su carta pastoral al clero y fieles de Marsella, en preparación para la Cuaresma 1854, habla largo y tendido sobre los ángeles y los demonios en el buen ánimo y los estados celestes: "Se convirtió en abuso, el diablo se dejó a sí mismo, y por lo tanto , que fue la excelencia de su naturaleza que ya no se la gracia que se levantaron a Dios, este gran espíritu hizo una gran caída. E ', aplicando a los reyes de Babilonia, el ejemplo de esta caída del príncipe de los demonios, y arrastrado con la cabeza, y el autor de su rebelión, que el profeta Isaías sintió que lo sublime de recurso: ¡Cómo caíste del cielo, Lucero, usted y Levavi que mañana tan brillante? ... Decías en tu corazón: Subiré al cielo, estableceré mi trono por encima de las estrellas de Dios, me sentaré en el monte de la alianza, en el lado de la cometa, que elevará por encima de la parte superior de las nubes, y Voy a ser como el Altísimo, y sin embargo se le ha hundido en el infierno hasta lo más profundo de las profundidades (Isaías 14, 12-15).

De acuerdo con este texto y muchos otros libros de la sagrada, los Santos Padres han pensado que Satanás, Lucifer, llamado por el profeta, ocupado antes de su caída, si no, el primer lugar, al menos uno de los más altos en la jerarquía celestial. Su opinión es también que, en medio de los demonios, si usted puede encontrar todos los órdenes de la jerarquía. Y de que hay algunos que pertenecían a los rangos más altos, como St. Paul, hablando de lo que tenemos que luchar aquí, consiste en los nombres desde el momento tan espantoso para nosotros a los principados y potestades (Efesios 6, 12).

Orgullo, elevándose a una altura por encima del alcance de nuestros intelectuales y adjuntando, según Santo Tomás, todos los pecados derivadas de las mismas, fue el crimen de estos espíritus sublimes, deslumbrado, dice San Jerónimo en el esplendor de su belleza, y este crimen, eternizzandosi en estos seres inmortales con perseverar siempre en el mal, miraba siempre en un merecido castigo por una perversidad, similar a su perfección natural, ya que fue la razón inversa de su santidad original.

Se ignora el problema, sin embargo, San Juan Damasceno estimar que son una multitud innumerable, pero es menor en la opinión de San Agustín, la de los ángeles del cielo.

Aunque condenado al infierno, incluida la tortura persiste, los demonios será encarcelado por no más que salen en la final de los tiempos. Hasta entonces, habrá un gran número de estos espíritus malignos, que, sin cesar, dice Santo Tomás, trayendo con ellos el tormento de los vengadores llamas a las que se entregaron, la propagación en el aire y en tierra. Dios lo permite, el santo doctor se añade a nuestra evidencia y nuestra educación. Esta presencia de los demonios en la tierra y en el aire, los Padres son unánimes: se trata de una creencia de que ellos enseñan como una verdad cierta. San Agustín no tiene miedo de decir que el diablo como león rugiente, da vuelta al reloj para encontrar a quien devorar (1 Pedro 5: 8): San Pablo a los Efesios les dice que hay que luchar no sólo contra la carne y la sangre sino contra principados y potestades, contra huestes espirituales de maldad propagación en el aire ... (Efesios 6, 12). También llamó a Satanás el príncipe de la potestad del aire (Efesios 2, 2). Añade que la creencia en la presencia de demonios en la tierra y en el aire, todavía está justificado por la historia del Evangelio, sobre todo de lo que se muestra del espíritu inmundo vagando por el desierto, incapaz de encontrar descanso (Mateo 12, 43), y la legión que de los demonios, que, impulsada por Jesús Cristo, por la pena que lo hubieran hecho, que pidió no ser enviado de vuelta en el abismo (Lucas 8, 31).

El día en que el diablo introdujo el pecado y la muerte en la tierra, tomó posesión, reinaba allí, era el príncipe de este mundo (Juan 12, 31) y su oscuridad (Efesios 6, 12). Así también está escrito que la tierra estaba maldita, y en que la misericordia divina a salvo de la maldición del hombre culpable, sino seducir. La tierra ha sido maldecido y el diablo le ha obligado, así como todo lo que lo rodea, con un poder que tiene la idea en la memoria de todas las personas, pero esta idea se manifiesta, y recibe su explicación las oraciones de la Iglesia. ¿Ve usted en particular en qué términos se expresa en exorcismos antes de la bendición del agua y la sal para el bautismo, así como la consagración de los santos óleos para los demás sacramentos. Tener una visión para limpiar espiritualmente y santificar a un ser incapaz de pensar, la Iglesia, por tanto reconocido por el mismo hecho una porquería en este ser, pero al mismo tiempo, establece la noción misma de esta suciedad espiritual que sólo puede provenir de una «inteligencia. Esta idea se vuelve tan a menudo expresada por la fórmula prescrita por el ritual para santificar lo que fue profanado, también la palabra mal entendida que implica un frente profanación permanente y al mismo tiempo que la virtud no es por la alta. Es 's para que el espíritu de oración, dando el sentido de la tradición infalible, indica a la perfección el poder del diablo y su existencia peligrosa y abominable de la tierra.

Pero sí, el diablo en la tierra? ¿El mal es el mal espíritu, su trabajo es malo, él lo quiere, lo ama, y produce de ninguna manera, porque él es el enemigo de Dios es el soberano bien. El diablo es también el mal contra los hombres también se conoce al enemigo, porque Dios los ama, quiere salvarlos y les llama para ir al cielo para llenar los asientos vacíos dall'apostasia izquierda ángeles caídos. El odio del diablo es tanto más fervientemente contra la raza humana, que esta carrera se ha visto a la serpiente infernal, desde el principio, esta mujer bendita entre todas las mujeres, la nueva Eva, destinada a aplastar la cabeza y estar con el fruto de su vientre de la madre espiritual de una innumerable multitud de hijos de Dios que la raza de los hombres, Satanás también ve un frente que su orgullo no se ha doblado, pero que todavía están por todo el culto en el cielo y en la tierra, que ve el que ganó, que fue herido eterna sanar nuestras heridas, y que el incatenerà para siempre en el dolor del último día, después de haber completado nuestra liberación. Esta victoria del Hombre-Dios, el infierno se desespera, pero no bajar su odio. Y en la presencia de la gloria hecho a la humanidad por Jesucristo, y que brilla tan alto grado en su santa Madre, inflamado el odio de una furia implacable, pero si queremos que impotente, ya que se han recubierto por la gracia divina como una armadura invencible. Por lo tanto, el ángel rebelde, y los compañeros de su rebelión, todos ellos eran tan grandes que todavía son, por naturaleza, aunque por debajo de la santidad y la felicidad, que se reducirá, o el castigo de orgullo!, Para perseguir al hombre baja en sus celos, y no para ganar que cualquier persona que quiere ser ganado, siendo tan débil que le hicieron sus esclavos inmediatamente después de su creación, y que el niño es una condición natural en el orden de la inteligencia que se reciba Ahora les espera hasta el final, como se ha arrancado de su control, y todo lo que pueda para que fortalece (Filipenses 4: 13).

St. Paul llama a Satanás el tentador (1 Tesalonicenses 3, 5). No se puede impugnar esta designación que su existencia. La Sagrada Escritura, los escritos de los Padres, el lenguaje de la Iglesia y los teólogos católicos están de acuerdo que el diablo busca por todos los medios que nos arrastra hacia el mal de él, los seguidores de inspirar también la astucia y la violencia, y el uso de sí mismo en nuestra que abarque todos los tipos de la perfidia y la seducción.

Pero, sobre todo si el diablo quiere que nuestra pérdida eterna si se hace con este fin todos sus esfuerzos, sin embargo, su odio nos lleva más tiempo con todo el mal que es posible. Él pone en acción las causas morales, excita las pasiones de los hombres, sembrar la discordia, inspirado por el espíritu de sedición y rebelión, es de los disturbios, que utilizó los pueblos unos contra otros, impulsan guerras. Él fue un asesino desde el principio del mundo (Juan 8, 44). Se da la bienvenida a los delitos y en la sangre, la muerte de los hombres es dulce, sobre todo cuando se le da a su víctima. Es él quien en los tiempos antiguos, y aún hoy en día entre los infieles, que solicitó y recibió los sacrificios humanos? Se ha abusado de una idea que tenía sus raíces en las tradiciones primitivas de la redención de la humanidad a través del sacrificio de Jesucristo, y fue recibido en el momento mismo de usurpar el dominio soberano de Dios sobre las criaturas, y un enemigo a ser sacrificado. En un momento en que los poderes del infierno en la tierra aumenta a medida que disminuye el de la fe, vemos que renueva constantemente con el temor de algo parecido a los sacrificios humanos, tal vez el más temible, se ve triste perdido su maldad y aprender de una furia que el demonio les dice, llegando a sí mismos con el último tiro para ir a él y ellos, créanme, son los juegos crueles de su maldad, así como con la mano del verdugo, o la de una asesina, o con mil manos de una población de la sangre alterada, un buen hombre, y sobre todo un hombre de Dios viene de ser golpeado, reconocer al enemigo por el golpe que llevó a la víctima y que la elección es: ¿Crees entonces, dice San Hilario, un crimen de esta naturaleza no tiene el primer autor que tiene para el ministerio, la aplicación es que el instinto humano, al que la idea es que él ha obedecido al demonio.

Siempre que sea reina, el diablo inspira pensamientos crueles. En medio de las hordas salvajes como dentro de la más civilizada de las naciones paganas, donde el espíritu de la crueldad es el mismo. En el uno como en otro, el hombre ama a la tortura de regocijarse el hombre. El sufrimiento de un enemigo es especialmente valiosa. Sólo, donde la cultura literaria y artística es muy avanzada, y donde la suavidad de los trajes partido su elegancia, ya sabes el dolor y aumentar la gama, que constantemente inventan nuevas torturas añadir refinamientos de la barbarie cuya única idea de estremecimiento. Lo que por trescientos años de persecución, Roma sufrió los mártires, no es humanamente explicable. Tenemos que admitir que estoy al tanto de los lados del verdugo una furia infernal, como los flancos de las víctimas de una fuerza divina. Y, a pesar de esto, los romanos no eran extraños a los pensamientos de la naturaleza. También elevó a los altares de la piedad, y el mayor de sus poetas tenían una conmovedora expresión de hacer la idea de que aprender a ayudar a los desafortunados. Pero la compasión en medio de ellos no era frecuente que una palabra vacía como una virtud. Para que la obra de misericordia nació, era necesario para el hombre el cristianismo liberarse del imperio de una potencia enemiga, siempre hambriento de sangre, por lo que tenía que llegar a su caída.

El diablo pone en acción, no sólo las causas morales, sino también las causas físicas, con el efecto que tiene poder sobre la materia. Las tormentas, enfermedades, accidentes, lamentable, de las calamidades públicas y privadas, no siempre, pero a veces su trabajo. El autor no vistos del mal se apodera de las causas y los efectos secundarios de las salidas de servicio de sus pensamientos de odio de la destrucción y la desgracia. Cómo muchos desastres han traído! ¿Cómo se han acumulado muchas ruinas! ¿Cómo se ha producido mucho sufrimiento! Q ¿Cuántas lágrimas se vierten en la mitad de los hijos de los hombres! La historia de Job nos da un ejemplo notable de este poder del mal. El colapso de casas, las familias que se han perdido, la suerte de desaparecer, y las enfermedades que acompañan a la pobreza, mientras que en el mundo que los insultos lamentable y maldita, mientras que el sufrimiento en la extracción del cuerpo que enlazan el cruel arrebatar el alma, aquí están las fotos con la que Satanás se observa en la historia conmovedora de la virtud que lucha con la adversidad.

Todavía tenemos que decirles, queridos hermanos, que las enfermedades y otras desgracias, incluso en las circunstancias que lo atribuyen a cualquier parte del infierno, no nos llama nada más que rezar a Dios, por una parte, y de ayudas o de otros recursos naturales. Usted iba a caer completamente en las supersticiones del paganismo penal, en caso de querer desarmar a tu enemigo, buscar las prácticas ilegales y peligrosas para evitar su odio y para ganar su favor, si usted busca la luz en la oscuridad o bueno o malo. A continuación, en última instancia, usted no encontrará que la oscuridad y el mal. Usted debe nunca tener nada en común con un ser tan malo y tan malo como el diablo, que nunca hay que jugar con él, si no a luchar con armas espirituales de la fe.

Interesante, por otra parte, ustedes saben, queridos hermanos, que a pesar del gran poder inherente a la naturaleza de los ángeles y los demonios están lejos de ser capaz de ejercer contra nosotros toda su malicia. Su poder original no fue destruido, es cierto, pero a medida que se encadena con la voluntad soberana de Dios, a la que está necesariamente sujeto. Así que el infierno no puede hacer nada con nosotros hasta que Dios le permite la libertad, como vemos la historia de Job, que no puede ser juzgado por la tribulación con el permiso divino. Si no fuera así ", dice San Agustín, nadie estaría a la derecha en el suelo. El orden físico habría menos perturbado el orden moral, porque donde reina Satanás, no hay orden, pero no habita un horror perpetuo (Job 10, 22) como el infierno.

Pero si el límite inquebrantable en el que fue encarcelado el poder de los demonios en el momento de su caída, su alcance ha sido muy restringido para la conservación del mundo, incluso de los límites más estrictos se impusieron a su imperio encarnación del Hijo de Dios, San Gregorio el Grande hace esta nota sobre los espíritus inmundos, que fueron expulsados del cuerpo por el divino Maestro de propiedad, no pueden encontrar refugio, incluso en los más viles de los animales, con autorización expresa.

La Iglesia, reconociendo la realidad de la posesión por el demonio y obsesiones a cabo en los individuos de este mismo tema del acoso más atroz, no nos enseña nada de lo que el Evangelio nos ha mostrado. Los Santos Padres nos han entretenido con un gran número de hechos de esta naturaleza que se han trazado en su tiempo. Ellos fueron, sin embargo, más a menudo en antiguos paganos que él creía, que creía que la presencia de una potencia extranjera en estos desgraciados cuyos sentidos estaban muy preocupados, dijo que los problemas de un genio fatal y vio en ellos algo sobrenatural y lo divino. No estaba allí, de hecho, lo divino del paganismo, que, según el salmista, adorado como Dios los propios demonios. Estaban allí como el trípode de Delfos, como en el foso de Cuma, a pesar de las diferencias accidentales. Por otra parte, no queremos decir que entonces, no más que en la actualidad, a causa de alguna enfermedad mental, había un agente del infierno. No discutimos los efectos de un trastorno físico en un cuerpo, sin producir el pensamiento se corresponde con ella. Este trastorno, estoy de acuerdo, por lo general tiene un material de origen, pero nosotros decimos que esta fuente también puede ser espiritual, y espiritual, ya que era más común y más evidente antes de Jesucristo. ¿Y si las historias de la autoridad eclesiástica, así como los escritos de los apóstoles se nos enseña que aún es frecuente en los primeros días del cristianismo, es que en aquel entonces, en medio de la flota de la sangre derramada por los mártires, el infierno no es destronado todavía en la tierra estaba haciendo esfuerzos desesperados contra la Iglesia, en esa lucha grande y terrible en la que la posesión del mundo era el premio de la victoria.

Pero después de que el infierno, que fue ganado por la fe, tuvo que ceder el paso a Jesús Cristo, el poder de Satanás no mostró más de más lejos, sin embargo, excepto en los países infieles donde los predicadores del Evangelio a menudo han conocido a algunos muy descontentos con que ejerció el diablo, como en la antigüedad, su tiranía con un verdadero tesoro. Esta acción del enemigo de odio de Dios y los hombres a jugar más de lo que pensamos, en tiempos en que salir de la verdadera fe, así como en los países donde muchas personas viven y sobre todas las cosas el santo bautismo válidamente recibido no se protegen más. El bautismo es en el refugio, de acuerdo con San Cipriano, por la malicia del diablo, este conservador mal, agrega, toda su fuerza hasta que recibe el agua saludable, pero no puede hacer nada después de este sacramento.

Estas palabras del gran obispo de Cartago, que vio el cheque en su tiempo, puede ser entendido no sólo de las posesiones diabólicas y las obsesiones, pero también el fraude y las trampas del diablo tan diversos. Este espíritu de la mentira y la oscuridad viene con un terrible pasado a hacerse pasar por un espíritu de verdad y luz para ser adorado como los paganos, los que la regeneración no se libera. Añade que estos también son más vulnerables a los ataques y sucumben a las sorpresas del infierno, de los sacramentos, independientemente del bautismo, que normalmente no están en comunicación con el cielo, que la virtud de la Cruz no siempre es tan eficaz que rodea y sobre todo no a Jesucristo verdaderamente presente con ellos, sacrificándose en el altar y residía en la víctima doble de la salvación y el Papa siempre vivo para interceder en favor de los hombres. Pero con éxito resistir al diablo, que son fuertes en la fe, como dice el Apóstol (1 Pedro 5, 9), vivir en unión con el espíritu de la Iglesia, es decir, con Jesucristo a través de una vida cristiana.

Fedeli, dice Bossuet, no el miedo al diablo. Este enemigo formidable, que temía que los cristianos. Tiembla ante la sola mención de Jesús, a pesar de su orgullo y su arrogancia, se ve obligado por una secreta virtud de respetar a aquellos que llevan su nota. Eso s lo que estamos a punto de ver un gran paso en el gran Tertuliano, de la que extraer importante declaración. En este apologista maravillas que ha hecho de la religión, se hace una propuesta muy audaz para los jueces del Imperio Romano que estaban llevando a cabo contra los cristianos con tanta inhumanidad. Después de que todos los advirtió de que sus dioses eran demonios, les da los medios de iluminación con experiencia muy convincente. "Lo que se lleva", dice, "antes de su corte, yo quiero que sea algo oculto en el frente de sus tribunales y ante todos, que lleva a un hombre conocido por ser poseído por el diablo, después de lo cual se llega frente a algunas fieles (con la misión de la Iglesia), que comanda el espíritu de hablar, si no decir abiertamente lo que es, si no se confesó públicamente que él y sus compañeros son los falsos dioses que adorar, si Digo, no atreverse a confesar las cosas se encuentran a un cristiano, lo mismo sin demora, sin ningún procedimiento nuevo, se está matando a un insolente cristiano, que no han sido capaces de mantener el efecto de una promesa tan extraordinaria. " Ah, hermanos míos, ¡qué alegría para los cristianos para escuchar una propuesta tan alto y con tanta energía de un hombre tan puesto y tan graves y la probabilidad que los de toda la Iglesia, de la que afirmó la inocencia ... Me pregunto si El diablo está representado en las Escrituras es fuerte que débil. Es un "león rugiente", dice san Pedro (1 Pedro 5, 8), no hay nada más terrible? Pero Santiago dice: "Resistencia y él huirá" (Santiago 4, 7), puede ser una mayor debilidad? "

Don Marcello Stanzione



conferencista católico


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lunes, 7 de marzo de 2011

CURSO DE ANGELOLOGIA ,TEMA 4,NUESTRO ENEMIGO EL DIABLO EN LA BIBLIA

NUESTRO ENEMIGO - EL DIABLO 




En este curso aprendamos tomar nuestras biblias , les recomiendo la Vulgata o Jerusalem , para que tengamos práctica eficaz que la Palabra de Dios tiene la Verdad contra Satanás.

EL DIABLO
¡ Apártate Satanás !
Descubriendo a nuestro enemigo
IV PARTE
-Eclesiástico 21.27 : Cuando el impío maldice a Satanás, a si mismo se maldice.
-Mateo 4,10 : Dijo entonces Jesús : " Apártate , Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y solo a El darás culto".
-Mateo 12,26 : Si Satanás expulsa a Satanás, contra si mismo está dividido: ¿Cómo pues va a subsistir su reino?
-Mateo 16,23 : Pero él volviéndose a Pedro: " quítate de mi vista Satanás! ¡Escándalo eres para mi, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino de los hombres!"
-Marcos 1,13 : Y permaneció en el desierto cruenta días siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.
-Marcos 3,23 : El, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas "¿Cómo Satanás puede expulsar a Satanás?
-Marcos 3,26 : Y si Satanás se ha alzado contra si mismo y esta dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin.
-Marcos 4,15 : Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos.
-Marcos 8,33 : Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole : "¡Quítate de mi vista Satanás!, porque tus pensamientos no son los, de Dios, sino los de los hombres".
-Lucas 10,18 : El les dijo: " No veía a Satanás caer del cielo como un rayo".
-Lucas 11,18 : Si, pues también Satanás está dividido contra si mismo,¿Cómo va a subsistir su reino?...reino decís que yo expulso los demonios por Belcebú.
-Lucas 13,16 : Y a ésta que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desataría de esta ligadura en día de Sábado?
-Lucas 22,31 : ¡ Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo.
-Juan 13,27 : Y entonces, tras el bocado, entró en él, Satanás. Jesús le dice: " Lo que vas a hacer, hazlo pronto".
-Hechos 5,3 : Pedro le dijo: Ananás ¿Cómo es que Satanás llenó tú corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo".
-Hechos 26,18 : Para que les abras los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados, mediante la fe en mí.
-Romanos 16,20 : Y el Dios de la paz aplastará bien pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
-1 Corintios 5,5 : Sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salvo en el día del Señor.
-1 Corintios 7,5 : No os neguéis el uno al otro sino mutuo acuerdo, por cierto tiempo para daros a la creación, luego volver a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia.
-2 Corintios 2,11 : Para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos.
-2 Corintios 11,14 : Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.
-2 Corintios 12,7 : Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, fue dado un aguijón a mi carne, un ángel de Satanás que me abofetea para que no me engría.
-1 Tesalonicenses 2,18 : Por eso quisimos ir a vosotros- yo mismo, Pablo, lo intente una y otra – vez pero Satanás nos lo impidió.
-2 Tesalonicenses 2,9 : La venida del impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos.
-1 Timoteo 1,20 : Entre éstos están Himeneo y Alejandro, a quienes entregue a Satanás para que aprendiesen a no blasfemar.
-1 Timoteo 5, 15 : Pues ya algunas se han extraviado yendo en pos de Satanás.
-Apocalipsis 2, 9 : Conozco tu tribulación y tu pobreza aun que eres rico y las calumnias de los que se llaman judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás.
-Apocalipsis 2,13 : Se donde vives: donde está el trono de Satanás. Eres fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel que fue muerto entre vosotros, ahí donde habita Satanás.
-Apocalipsis 2,24 : Pero a vosotros, a los demás de Tiatira, que no compartís esa doctrina, que no conocéis " Las profundidades de Satanás", como ellos dicen, os digo : No os impongo ninguna otra carga.
-Apocalipsis 3,9 : Mira que te voy a entregar algunos de la Sinagoga de Satanás, de los que se proclaman judíos y no lo son, sino que mienten, yo haré que vayan a postrarse delante de tus pies, para que sepan que yo te he amado.
-Apocalipsis 12,9 : Y fue arrojado el gran Dragón, Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
-Apocalipsis 20,2 : Dominó el Dragón, la Serpiente antigua que es el Diablo y Satanás y lo encadenó por mil años.
-Apocalipsis 20,7 : Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión.


CONTINUARÁ...

conferencista católico





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